Colombia ha establecido una zona libre de la infección por el virus del síndrome de las manchas blancas (WSSV) y la infección por el virus de la cabeza amarilla genotipo 1 (YHV) en la región del Caribe, respaldada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Este logro resulta de una vigilancia epidemiológica sostenida y la implementación de protocolos de bioseguridad en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Córdoba y Sucre. El 16 de enero de 20151, la OMSA validó la autodeclaración de Colombia sobre la ausencia de WSSV y YHV en esta región, y desde entonces, el país ha mantenido este estatus de manera continua.
La zona libre incluye los departamentos de Atlántico, Bolívar, Córdoba y Sucre, delimitada al noroccidente por el Mar Caribe, al oriente por Magdalena, Cesar y Santander, y al sur por Antioquia. En la Costa Pacífica, aunque no se han reportado casos de YHV, la presencia de WSSV fue detectada en la década de 1990, causando altas mortalidades en granjas camaroneras. En contraste, la última detección positiva de WSSV en la Costa Caribe fue en junio de 2006, sin confirmación por histopatología o secuenciación, y desde entonces no se han registrado nuevos casos.
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) ha mantenido una vigilancia rigurosa y continua para monitorear la posible aparición de WSSV y YHV1 en los establecimientos productores de camarones en la zona caribeña declarada libre. Desde 2009, se han realizado encuestas epidemiológicas en momentos clave, con resultados negativos constantes mediante pruebas de biología molecular
A partir de 2003, se implementó un Protocolo de Bioseguridad sectorial en las costas Atlántica y Pacífica, con el objetivo de prevenir la introducción y propagación de patógenos en la industria camaronera. Este protocolo abarca un seguimiento sanitario integral, llevado a cabo de manera autónoma por los establecimientos durante todas las fases de producción. Los muestreos incluyen el análisis de reproductores, tanto sintomáticos como asintomáticos, antes de la etapa de maduración, así como de postlarvas, juveniles y adultos en las fases más susceptibles. Además, se presta especial atención a las piscinas con animales sintomáticos o moribundos y a aquellas con presencia de aves depredadoras, realizándose análisis moleculares mediante PCR para descartar la presencia de agentes infecciosos.
El esfuerzo de Colombia para mantener la región del Caribe libre de la enfermedad de las manchas blancas y del virus de la cabeza amarilla ha sido fundamental para proteger la industria camaronera del país. A través de la vigilancia continua, la implementación de protocolos de bioseguridad y la cooperación activa de los productores, se ha logrado asegurar la sanidad acuícola de esta zona, contribuyendo significativamente al desarrollo sostenible de la industria.