El rápido crecimiento del sector acuícola ha contribuido con el sistema alimentario mundial supliendo la demanda de alimentos de origen animal. Sin embargo, este subsector agropecuario tradicionalmente ha utilizado cantidades importantes de proteína proveniente principalmente de la harina de pescado, lo cual en los últimos años ha sugerido una sobre explotación del recurso marino, que probablemente podría generar un impacto ambiental en las poblaciones de peces destinadas para la producción de dicha harina. Por lo anterior, es imprescindible la búsqueda de fuentes de proteína alternativas sostenibles, como las provenientes, entre otras, de los insectos. El gusano amarillo de la harina (Tenebrio molitor), es un insecto que pertenece al orden de los Coleópteros; el cual ha sido ampliamente utilizado para la alimentación de humanos, animales silvestres, exóticos y de producción, como alimento vivo o en forma de harina, gracias a la facilidad de cría, manipulación y éxito reproductivo en condiciones de laboratorio o productivas (Pérez y Pineda, 2020; Reyes y Meléndez, 2013). Por tales motivos, el objetivo del presente trabajo fue elaborar y caracterizar la harina de Tenebrio molitor, como posible alternativa proteica en dietas para peces.
Para ello se utilizaron de 2 kg de larvas frescas (12,500 larvas aproximadamente) entre la octava y doceava muda, de 2,0 a 2,5 cm de longitud con pesos ≥160 mg, las cuales fueron criadas en el Centro de Investigación de Artrópodos Terrestres – CINAT de la Universidad Nacional de Colombia, con una temperatura ambiental promedio de 25°C y una humedad relativa (HR) del 50%. Para la obtención de la harina, las larvas fueron procesadas mediante el protocolo propuesto por Arévalo-Arévalo et al (2022), el cual se describe a continuación: Las larvas fueron sometidas a un ayuno de 24 horas, seguidas de un tamizaje para eliminar residuos. Posteriormente, se sacrificaron mediante congelación a -18°C por 24 horas, se descongelaron a temperatura ambiente, se escaldaron a 60°C por 5 minutos, y finalmente se deshidrataron en un horno de convección forzada a 60°C por 24 horas. Después de deshidratadas, se molieron hasta obtener un tamaño de gránulo de 355 a 500 μm.
Una vez obtenida la harina se llevó a cabo un análisis bromatológico en el Laboratorio de Nutrición Animal de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, cuyos resultados se presentan en la tabla 1.