Latin American & Caribbean Aquaculture 2024

September 24 - 27, 2024

Medellín, Colombia

TRATAMIENTO CON AGUA DULCE PARA EL CONTROL DEL MONOGENEO Rhabdosynochus viridisi INFECTANDO AL ROBALO BLANCO Centropomus viridis

Luis Evert Enriquez-Benavides*a, J. Ángel Gibrian López-Ceseña a, Gustavo Alejandro Rodríguez-Montes de Oca a, Daniela Alejandra Maciel-Ibarra a, Eden Alejandro Rodríguez-Vázquez a, Mayra Ixhel Grano-Maldonado a , Zohar Ibarra-Zatarainb

a Universidad Autónoma de Sinaloa. Paseo Clausen S/N Col. Los Pinos, C.P. 80000, Mazatlán, Sinaloa, México

bCONAHCYT-Universidad Autónoma de Nayarit, 63000 Tepic, Nayarit, México

 

*Corresponding author:

Luis Evert Enriquez Benavides

E-mail address: luisenriquez.facimar@uas.edu.mx

Current address: Universidad Autónoma de Sinaloa. Paseo Clausen S/N Col. Los Pinos, C.P. 80000, Mazatlán, Sinaloa, México.

 



El presente estudio evaluó la sobrevivencia de adultos de Rhabdosynochus viridis, monogeneo parásito de las branquias del robalo blanco Centropomus viridis, al exponerlo a agua dulce en condiciones de laboratorio. El agua dulce tiene un efecto en individuos adultos separados de las branquias en las primeras 3 horas, pero a partir de las 12 horas la mortalidad aumentó gradualmente hasta alcanzar el 100% a las 24 horas. Estos resultados sugieren que el agua dulce tiene un efecto sobre el Rhabdosynochus viridisi y podría ser una estrategia para el control de este parásito en la acuicultura del robalo blanco. Sin embargo, el estudio no descarta la posibilidad de que la ausencia de un hospedero haya contribuido a la mortalidad observada.

Fuente de parásitos. Se tomaron juveniles de robalo blanco provenientes de una granja acuícola.   Se transportaron en tanques con oxígeno y no se utilizó ningún producto que pudiera interferir en los resultados (anestésicos, inmunomoduladores, sal, acondicionadores de agua).  El experimento se desarrolló en las instalaciones de la Facultad de Ciencias del Mar, de la Universidad Autónoma de Sinaloa – Mazatlán. A su llegada, los animales fueron puestos en un tanque circular de plástico de 250 litros con suministro de agua marina filtrada (50µm) con aireación constante. Los parámetros del agua fueron 5.2 mg/L de oxígeno disuelto, 83% de saturación, 29.2°C de temperatura y salinidad de 35 ‰.  La infección fue inducida con hilos colectores conteniendo huevos y larvas de oncomiracidios provenientes de la misma granja.   Estos hilos fueron suspendidos en el tanque para provocar la infección. Transcurridas 72 horas, se retiraron los hilos infectados y se hizo seguimiento con hilos nuevos suspendidos en el tubo de aireación para confirmar la infección.  Índices hemáticos.  La biometría hemática se hizo por citometría de flujo fluorescente. Prueba in vitro.  Uno de los peces infectados se separó del lote inicial y se mantuvo en una pecera de 75 litros con aireación constante.  Transcurridas 24 horas, el animal presentaba signos de hipoxia ocasionada por la infección parasitaria.  Se sedó al animal con 0.01 M 2-phenoxyethanol (MERCK-Germany).  Se extrajeron 500µL de sangre con jeringa heparinizada y se conservaron en un microtainer a 4°C.  Enseguida, se sacrificó por anestesia profunda. Se hizo disección del organismo separando las branquias y se colocaron individualmente en cajas Petri de 10 x 1 cm con 10 mL de agua de mar filtrada a 35‰.  Los parásitos se separaron hasta conformar cuatro réplicas y se monitoreo durante 24 horas para registrar mortalidad acumulada.  El tratamiento control con agua de mar a 35ppt contó con tres repeticiones.  Resultados y discusión.  La presencia del Rhabdosynochus viridisi afecta el perfil hematológico del robalo (Tabla 1).  No se presentaron mortalidades considerables durante las primeras tres horas del ensayo en pruebas in vitro individuales con el monogeneo.  La movilidad y desplazamientos no se vieron afectados por el agua dulce, pero se registró aletargamiento.  Los parásitos mostraron resistencia a la salinidad a cero partes hasta las 12 horas para después llegar al 100% de mortalidad a las 24 horas.  Se presentó la misma tendencia con el tratamiento control (Figura 1).  Conclusiones. El agua dulce tiene un efecto en las primeras 3 horas, pero a partir de las 12 horas la mortalidad aumentó gradualmente hasta alcanzar el 100% a las 24 horas. Se recomienda emplear un tratamiento químico anexo para asegurar la mortalidad de todas las fases del parásito.