Los sistemas biofloc hacen parte de las alternativas acuícolas de mayor desarrollo en la actualidad, sin embargo, su implementación genera grandes consumos de energía y excedentes energéticos de fósforo, nitrato disuelto (NO3-) y sólidos, que afectan las condiciones de calidad del agua adecuadas para el cultivo de organismos acuáticos. Estas vías energéticas pueden aprovecharse mediante modelos amigables con el medio ambiente, como los sistemas integrados de acuicultura multitrófica (AMTI) que aprovechan las interacciones naturales entre la simbiosis de diferentes niveles tróficos para crear sistemas más eficientes y sostenibles basados en la economía circular. En este trabajo se investigó la aplicación de la AMTI en especies dulceacuícolas, teniendo como objetivo evaluar los sólidos producidos en la acuicultura multitrófica integrada del cultivo de bagre tigrito (Pimelodus pictus), goldfish (Carassius auratus) y lechuga crespa (Lactuca sativa var. crispa) en un sistema con tecnología biofloc (BFT). Durante 90 días se evaluaron tres tratamientos por triplicado, así: (1) acuicultura multitrófica integrada con cultivo de bagre tigrito, goldfish y lechuga crespa (AMTI); (2) acuicultura multitrófica integrada con cultivo de bagre tigrito y goldfish (AMTI-B); y (3) un monocultivo de bagre tigrito (control). Se garantizó aireación permanente con un blower de 1 HP y 1 metro de manguera polidifusora en la base de cada tanque (400 L). La concentración de sólidos suspendidos no difirieron estadísticamente entre tratamientos ni entre tanques principales de producción, con concentraciones medias entre 232-253 mg/L de sólidos suspendidos totales (SST), no obstante, el sistema AMTI mostró un efecto positivo en el aprovechamiento de los sólidos debido a la acción biológica de los goldfish como consumidores suspensívoros y a la lechuga crespa como biofiltro mecánico al generar biopelículas en las raíces, ayudando con la retención de los flocs y con el reciclaje de nutrientes. El análisis bromatológico del biofloc reportó un 23,7% de proteína bruta (PB) y 3,6% de lípidos para el sistema AMTI, siendo estos niveles de proteína menores con diferencias estadísticas respecto a los otros tratamientos, sugiriendo un mayor aprovechamiento del nitrógeno disponible en los residuos que a su vez se pueden comportar como alimento para las especies. En conclusión, se evidencia que, al integrar las especies acuícolas, existe un control en las concentraciones de sólidos, aprovechamiento del nitrógeno y aumento de la calidad del agua en el sistema AMTI, demostrando ser un modelo holístico clave para abordar los desafíos actuales y futuros relacionados con la seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental.