Los pepinos de mar son componentes importantes de la fauna bentónica que procesa la materia orgánica sedimentaria. Sus poblaciones se han visto mermadas en varias partes del mundo debido a su sobreexplotación resultante de su alta demanda en el mercado gastronómico asiático. Para resolver este problema se han aplicado técnicas de maricultura como los encierros y la cría en el mar, con resultados positivos. En las costas de Yucatán, México, las pesquerías de pepino de mar incluyen a Isostichopus badionotus y a Holothuria floridana, los cuales actualmente se encuentran en veda permanente debido a su pesca excesiva. Para ambas, en el Cinvestav se han desarrollado protocolos de reproducción y producción de juveniles en cautiverio, donde H. floridana tiene ventajas productivas sobre I. badionotus, ya que presenta un desarrollo embrionario directo que con larvas vitellarias lecitortróficas que eclosionan en cinco días como pentáctulas, lo que representa menores requerimientos económicos y tecnológicos. El objetivo de este proyecto fue evaluar el desempeño de juveniles de H. floridana en jaulas asociadas al fondo directamente en el medio natural, y determinar la densidad de siembra que permitiera mejores resultados.
TEl estudio se desarrolló en un canal de aguas someras en la zona de manglar de Río Lagartos, Yuc. (21°36’19.46” N, 88°10’31.08” O). Se contó con la participación de pescadores pertenecientes a la Sociedad Cooperativa Manuel Cepeda Peraza de esa localidad. El experimento se realizó con juveniles de H. floridana producidos en la Estación Marina del Cinvestav en Telchac Puerto, Yuc., que crecieron en una primera etapa en hapas suspendidas a media agua en el mismo sitio en Río Lagartos. Se utilizaron jaulas de malla de polietileno de 1.00 x 1.00 x 0.25 m (1 m2) con luz de 4.5 mm, que fueron fijadas al fondo mediante estacas. Se compararon tres densidades, 10, 15 y 30 individuos por m2 con tres réplicas cada una. Se realizaron biometrías mensuales registrando el peso húmedo individual (g) y el número de organismos por jaula para determinar el peso ganado (PG, %), la Tasa de Crecimiento Específico (TCE, %/día) y la supervivencia (%). El estudio tuvo una duración de 104 días, en los cuales la temperatura promedio fue de 27.18 °C, con un rango de 23.54 a 31.59 °C.
Los resultados de crecimiento y supervivencia indicaron que el uso de jaulas asociadas al fondo es viable como una segunda etapa al crecimiento en hapas suspendidas. El desempeño con las densidades de 10 y 15 organismos/m2 fue significativamente mejor al obtenido con 30 juveniles/m2, con valores más elevados con la densidad más baja. Se confirmó que la variación del peso húmedo entre grupos se debió a la densidad de siembra (p=0.0011) (Tabla 1).