Latin American & Caribbean Aquaculture 2024

September 24 - 27, 2024

Medellín, Colombia

AVANCES EN EL LEVANTE DE CRIAS DEL TIBURÓN NODRIZA Ginglymostoma cirratum EN CONDICIONES DE CAUTIVERIO CON FINES DE CONSERVACIÓN, (CARIBE, COLOMBIA)

Julio Cesar Otero Pérez*, Yuli Alexandra Hernández Ubaque y Jaime Alberto Rojas Ruiz

directorcientifico@oceanario.co, Centro de Investigaciones, Educación y Recreación – CEINER, Islas del Rosario, Cartagena, Colombia.

 



Los tiburones enfrentan una vulnerabilidad biológica notable debido a su particular crecimiento, reproducción y la intensa actividad pesquera a la que están sujetos. En Colombia, es crucial fortalecer las estrategias de manejo y conservación para proteger estas especies. El tiburón nodriza (Ginglymostoma cirratum) se encuentra en el Caribe colombiano desde Acandí hasta La Guajira, con registros en varios puntos costeros e islas. Clasificado como vulnerable según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN y el Libro Rojo de Peces Marinos de Colombia, se requiere implementar acciones adicionales a las restricciones en su pesca. Esto implica la creación de programas de reproducción y crianza en cautiverio para recuperar sus poblaciones.

Durante más de dos décadas, el Centro de Investigaciones, Educación y Recreación (CEINER) ha conservado un grupo de 26 reproductores de G. cirratum, (19 hembras y 7 machos). Estos tiburones se encuentran en un área marina natural de 158 m2, con una profundidad de 1,5 a 2 m, delimitada por una malla que permite el intercambio continuo con el medio. Se ha observado actividad reproductiva entre marzo y junio, con la liberación de cápsulas de huevos entre agosto y septiembre, seguida de nacimientos aproximadamente 10 a 15 días después. Con el objetivo de desarrollar y optimizar las técnicas de manejo y crianza de crías de G. cirratum en cautiverio con fines de repoblamiento, se lograron criar con éxito 9 ejemplares nacidos entre el 19 de septiembre y el 10 de octubre del año 2023 detallando las condiciones y requerimientos necesarios para su optimo desarrollo.

Inicialmente, las crías fueron mantenidas en el laboratorio durante 103 días en un tanque de fibra de vidrio de 10.000 L, con un flujo constante de aire y agua de mar (recambio diario del 400%). Para reducir el estrés por la luz excesiva y la presencia humana, se proporcionaron refugios artificiales en el fondo del tanque. Desde el primer día, fueron alimentadas con peces de alto contenido proteico como Opisthonema oglinum, Pseudupeneus maculatus, Gerres cinereus y Lepophidium sp, a una tasa de alimentación del 10% en una ración diaria, con trozos de pescado de 1 cm. Posteriormente, fueron trasladadas durante 82 días a un área marina de fondo arenoso de 5 m2 (volumen 5.000 L), que simula su hábitat natural y está cercada con malla, donde se les proporcionó refugios artificiales. La tasa de alimentación se ajustó al 8% en una ración diaria, con trozos de pescado de 5 cm.

Para registrar la talla y peso de los ejemplares, se capturaron cuidadosamente utilizando una nasa y cubriendo sus ojos con un paño de tela para reducir el estrés. El sexo de los individuos se determinó mediante la presencia o ausencia de claspers. Después de 185 días, las crías de tiburón alcanzaron una talla promedio de 54,39 ± 3,43 cm y un peso promedio de 903,89 ± 143,96 g, con una ganancia de peso de 4,09 g/día. Los tiburones recién nacidos mostraron un patrón de pigmentación con manchas negras y áreas más claras alrededor, que comenzaron a desvanecer al final del estudio. Este patrón de pigmentación podría ser una estrategia de mimetización y defensa contra depredadores en etapas tempranas de desarrollo. Estos resultados representan un avance significativo en el manejo y levante de crías de G. cirratum por primera vez en Colombia, ofreciendo nuevo conocimiento para el desarrollo de futuros programas de repoblamiento que promuevan la conservación y el manejo sostenible de esta especie.