Las materias primas vegetales pueden establecerse como bancos de proteína y carbohidratos en las granjas de producción piscícola. En efecto los cultivos, no sólo contribuyen con la seguridad alimentaria y la economía local de los hogares involucrados, sino también con la alimentación de los peces omnívoros. Este trabajo se enfocó en determinar el potencial nutritivo de Las hojas y el tubérculo de la yuca (Manihot esculenta), leucaena (Leucaena leucocephala), matarratón (Gliricidia sepium), pulpa de plátano (Musa paradisiaca), maíz amarillo (Zea mays), la harina de la espirulina (Arthrospira máxima), la sema de arroz (Oriza sativa), la torta de soya (Glycine max) y los granos de fríjol: vitabosa (Mucuna deeringianum), caupí- 50 (Vigna unguiculata (L) Walp) y soya, empleadas en la alimentación de peces omnívoros en el departamento de Córdoba.
Las materias primas fueron recolectadas en las comunidades rurales en época seca, luego lavadas, deshidratadas al sol, pulverizadas y tamizadas. La composición centesimal aproximada de los nutrientes se examinó por triplicado, en el laboratorio de Análisis Sensorial y de Alimentos de la Universidad de Córdoba. La humedad, extracto etéreo (EE), proteína bruta = Kjeldahl-N x 6.25 (PB), cenizas (Cz) y fibra (FB) (método de Wende), de acuerdo con la AOAC (2000). La energía bruta (EB), se estimó en una bomba calorimétrica adiabática modelo PARR 6400, USA. La composición de macronutrientes (P, Ca, Mg, K) y micronutrientes (Cu, Zn, Fe y Mn) se realizó mediante digestión ácida, con ácido nítrico y perclórico relación 3:1 y se cuantificó por absorción y emisión en un equipo Contraa 300 (Tabla 1). Los resultados se presentaron con el promedio y la desviación estándar.
En general las materias primas vegetales proteicas y energéticas en la alimentación de peces omnívoros, reducen los costos de producción en los AREL. Por tanto, podrían sustituir ingredientes de uso convencional y de alto costo en dietas para animales. Sin embargo, se deben considerar los factores de riego.