Los pargos de color rojo criados en cautiverio tienden a perder su tonalidad distintiva, un problema que podría mitigarse mediante la incorporación de carotenoides en su alimentación. A su vez, las cabezas de camarón son un subproducto de la camaronicultura ricas en pigmentos carotenoides. En respuesta a esto, se desarrolló un estudio para formular dietas potenciadas con carotenoides extraídos de estas cabezas de camarón. La calidad de esta harina se validó analizando el contenido de carotenoides, color y perfil de ácidos grasos. Posteriormente, para el bioensayo experimental, se utilizaron distintos tratamientos los cuales fueron: alimento comercial (control -), alimento comercial + astaxantina (control +), alimento comercial + 1.0% harina de cabeza de camarón (D1.0%), alimento comercial + 1.5% harina de cabeza de camarón (D1.5%) y alimento comercial + 2.0% harina de cabeza de camarón (D2.0%). Después de los 60 días de cultivo los peces fueron cosechados y se extrajo una muestra de sangre para determinar la bioquímica del plasma: proteínas totales (PT), triglicéridos, colesterol, glucosa y lactato. También se extrajeron fragmentos de musculo e hígado para la determinación de proteínas totales, triglicéridos, colesterol, glucosa y lípidos utilizando kits comerciales Randox ® y Pointe scientific
®. Cada tratamiento fue por triplicado utilizando 15 tanques con 10 organismos en un periodo de 60 días, durante los cuales se evaluó su desempeño. El tratamiento de
D2.0% tuvo un mayor crecimiento alcanzando un peso promedio de 20.18 g. Con relación a la supervivencia, el tratamiento del 1.5% alcanzó un 83%, evidenciando una mejora en su desempeño. Las variables bioquímicas determinadas no mostraron diferencia significativa de acuerdo a los tratamientos a exención de las proteínas totales en el plasma sanguíneo (Tabla 1). Se muestran el valor de la harina de cabeza de camarón como suplemento alimenticio, destacando sus beneficios nutricionales de calidad, como avance en el desarrollo de su tecnología.