Entre los erizos más grandes del Caribe está el erizo blanco, Tripneustes ventricosus (Lamarck, 1816) (diámetro de testa de hasta 150 mm, entre 4 – 5 años de vida) (Figura 1). Es una especie que tiene una importancia ecológica como controladora del crecimiento algal y económica dado que sus gónadas son apetecidas en el mercado asiático, generando una importante pesquería en el Caribe oriental.
desarrollo de su cultivo con fines de producción, repoblación y/o biorremediación, se evaluaron las respuestas fisiológicas (tasas de ingestión (IR) y absorción (AR), eficiencia de absorción (AE), tasas de consumo de oxígeno (OCR) y excreción (UR), y crecimiento potencial (SFG)) y productivas (crecimiento y sobrevivencia) con relación a diferentes dietas bajo condiciones de laboratorio. El diseño consistió en tres tratamientos (por triplicado), en donde se probaron tres tipos de alimento: artificial, macroalga fresca Sargassum sp. y una mezcla de los dos anteriores. Para cada tratamiento, se dispusieron cinco ejemplares adultos (>40 mm) en tanques con 600 L de agua de mar (1 µm) y se mantuvieron durante 30 días con un flujo continuo (20% h-1), temperatura de 27 ± 1°C, salinidad de 37 ± 1 ppt, y saturación de oxígeno superior al 80%.
Las mayores tasas de alimentación (IR) se obtuvieron en los animales alimentados con la dieta de macroalga y los menores con la dieta artificial. Mientras que mayores valores de (AE y AR) se obtuvieron con la dieta artificial. No se encontraron diferencias significativas entre los tratamientos para las tasas asociadas al metabolismo (OCR y UR). Finalmente, los mayores valores de SFG se obtuvieron cuando los animales se alimentaron con la dieta artificial (3,85 KJ d-1 animal-1) y los menores en los del tratamiento de macroalga (0,62 KJ d-1 animal-1). En cuanto a las variables productivas, el tipo de dieta no afectó la sobrevivencia ni el crecimiento de los animales. Este trabajo sugiere que la respuesta fisiológica mejora con la adición de una dieta artificial, por lo que, a largo plazo, se podría conseguir un mayor desempeño en la salud y producción bajo condiciones de laboratorio, lo que lo convierte en un avance para el desarrollo del cultivo del erizo blanco T. ventricosus con fines de producción, repoblación y/o bioremediación.