La acuacultura como producción orgánica de alimentos puede lograr la seguridad alimentaria de los países sin comprometer los recursos naturales de los mismos, ya que ha logrado satisfacer las demandas de la sociedad. Esta práctica tiene como finalidad establecer sistemas ecológicos que no dañen al ambiente y que consideren el bienestar animal, mientras se producen alimentos saludables y de alta calidad. La acuacultura orgánica, evita el uso de sustancias tóxicas que afecten al ambiente o a la salud humana de manera negativa, además de ofrecer soluciones y beneficios a los mercados involucrados. Es así, como el objetivo del presente trabajo fue analizar el potencial de la acuacultura orgánica en México. Debido a la actitud de las personas por dejar de consumir alimentos industrializados, se ha incrementado la demanda de alimentos más nutritivos e inocuos, el aumento del consumo per cápita de productos orgánicos que ha ocasionado este cambio de actitud provoca que la acuacultura orgánica sea vista como una práctica económica rentable. Por ello, se estima que la acuacultura orgánica comenzará a tomar relevancia en el mundo y en el país, aunado a la concientización de las personas por el agotamiento de los recursos naturales y por el daño a la salud humana que causan de manera directa o indirecta los sistemas de producción industrializados; De este modo la acuacultura orgánica se ha empezado a considerar como una opción que puede impulsar el desarrollo del mercado interno. Es así como a través de la acuacultura orgánica pueden elaborarse políticas públicas orientadas al desarrollo e implementación de programas económicos y/o sociales que beneficien a todos los involucrados, mientras se fomenta la producción de alimentos orgánicos orientados al desarrollo sustentable. Es importante mencionar que el etiquetado orgánico de los alimentos producidos en los sistemas acuícolas hace que los consumidores opten por adquirir dichos productos por sus implicaciones ambientales y productivas (carne de mejor calidad), ya que garantizan ser alimentos saludables e inocuos, producidos de manera amigable con el medio ambiente. El presente trabajo consistió en revisar los protocolos de la producción orgánica a nivel mundial y nacional, y su aplicación en la acuacultura mexicana, especialmente en Oreochromis niloticus que es la especie que más se produce en el país y que tiene el mayor potencial de producirse orgánicamente por su calidad de omnívora. La mayor limitación es el alimento orgánico, pero este se puede producir in situ a través de varias tecnologías como Biofloc, Predigeridos y/o Fermentados, entre otros, incluso se bajarían los costos de producción al no consumir alimento balanceado comercial. Se concluye que la acuacultura orgánica tiene el potencial de atender problemas ambientales, económicos y sociales en el país.