El langostino de río Macrobrachium americanum es una especie que puede alcanzar una talla de 460 g en el medio silvestre, por lo que tiene una gran importancia económica y ecológica. Desde hace más de una década, las especies de langostino han sido explotadas por parte de pescadores ribereños, para proveer de producto a los mercados locales o bien, para autoconsumo (New, 2009). El deterioro constante del hábitat en el cual se desarrollan las especies de langostinos, aunado con el incremento en la demanda de producto por los mercados locales, ha puesto en riesgo a las poblaciones naturales de estos crustáceos.
Por ello, se realizó un estudio de conservación de la especie en San Pedro de la Presa y puntos circunvecinos, Baja California Sur y en el poblado de aguas blancas, Municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero. Se llevó a cabo por medio del método cuantitativo para la recolección de datos primarios (encuestas). La información obtenida a través de las encuestas indicó que la captura de M. americanum se realiza generalmente durante la temporada de lluvias, cuando tiene lugar la reproducción de la especie. No existe la aplicación estricta de su reglamentación en su captura, lo cual ha ocasionado un descenso considerable en sus poblaciones, en ambas localidades (Fig. 1). Debido a que los volúmenes de pesca durante cada temporada no son suficientes para el mantenimiento de las familias de los pescadores, estos tienen que realizar otras actividades, no se dedican exclusivamente a la pesca. Existe poca información sobre el grado de explotación pesquera de las especies, por lo que se desconoce el estado real de las poblaciones silvestres. Se recomienda que es necesario una evaluación permanente del recurso, con el objetivo de implementar medidas que garanticen su conservación y manejo sustentable.