El valor mundial de la producción de acuicultura alcanza el 60% de toda la producción peces en 2018. La producción total de Latinoamerica y Caribe están en constante crecimiento en el segundo puesto con cerca de 4,5% del total de la acuicultura mundial. Las principales especies nativas cultivadas en la cuenca amazónica son el tambaquí, Colosoma macropomum, el pacú, Piaractus brachypomus, Piaractus mesopotamicus y los híbridos de ambas especies. Mas recientemente se va desarrollando en Brasil, el cultivo de bagres como los surubís del genero Pseudoplatystoma, tales como o P. punctifer, P. corruscans y P. reticulatum, y diferentes híbridos de hembras de estas tres especies con el Jundiá amazónico, Leiarius marmoratus. Específicamente, hoy se está usando con más intensidad las hembras de Cachara, P. reticulatum, con machos de L. marmoratus, conocido como "pintado amazónico" del cual las larvas presentan menos canibalismo y mejor crecimiento.
También hay que destacar el reciente desarrollo de una metodología para la reproducción en cautiverio del Pirarucu o Paiche, Arapaima gigas, para el cual no existe por el momento ningún protocolo de inducción hormonal del desove, sin embargo, la reproducción espontánea en cautiverio es posible con un porcentaje de éxito relativamente bajo.
Por otra parte, en el Sureste de México, particularmente en Tabasco, se cuenta con varias especies dulceacuícolas de interés comercial regional, entre las que destacan el pejelagarto, Atractosteus tropicus, un pez ancestral del grupo de los Lepisosteidos, y varias especies de cíclidos como la tenguayaca, Petenia splendida, la castarrica, Mayaheros urophthalmus y las paletas, Vieja synspila y Vieja bifasciata.
La razón principal del desarrollo del cultivo de estas especies fue el dominio de la reproducción en cautiverio. Todas las especies mencionadas excepto el pirarucu, pueden ser desovadas usando la inducción hormonal de la maduración ovocitaria y del desove. Las técnicas desarrolladas incluyen hipofización (hipófisis de carpa principalmente) y/o análogos de Gn-RHa con o sin inhibidor de dopamina (domperidone) y en algunos casos prostaglandinas (PGF2α) como recientemente en P. mesopotamicus. Con la hipofisación los protocolos utilizados van de una sola inyección hasta 3 inyecciones con una dosis total de 5 mg.kg-1 y para el Gn-RHa de 30 a 50 µg.kg-1 sin domperidone y 10 a 20 µg.kg-1 de Gn-RHa con domperidone (10 a 20 mg.kg-1) según las especies generalmente con 2 inyecciones.
Aunque el desove pueda ser obtenido en un rango del 50 al 100% de las hembras inducidas, la calidad de la puesta presenta grandes variaciones responsables de la calidad de las larvas y de su supervivencia y crecimiento.
Estos aspectos sobre calidad de gametos, necesitan un esfuerzo de investigación para mejorar los protocolos manejo y los criterios objetivos de selección de los reproductores.