En sistemas de cultivo hiper-intensivos son comunes los eventos de hipoxia relacionados a la alta densidad de siembra. En estas condiciones, los camarones utilizan la arginina fosfato (ArgP) y aumentan el metabolismo anaeróbico para obtener la energía necesaria como respuesta a la hipoxia (conversión de glucosa a lactato). Algo similar sucede cuando los camarones presentan movimiento muscular como respuesta de escape, presentándose el fenómeno de hipoxia funcional. Por lo anterior, es crucial aumentar las reservas energéticas de los camarones en cultivo a partir del alimento consumido para conferir una eficiente capacidad de respuesta a hipoxia o persecución.
Durante 7 semanas los camarones fueron alimentados con dietas de diferentes variaciones de carbohidratos (Cho) y lípidos (Lip) con respecto a la proteína (Pr) (Cho/Pr y Lip/Pr). Posteriormente en un segundo experimento se varió la fuente de fósforo (KH2PO4, NaH2PO4, NH4H2PO4, Na5P3O10) como micronutriente en el alimento formulado. Al final, los camarones alimentados con las diferentes dietas se sometieron a persecución e hipoxia, como prueba de estrés agudo combinado, con la finalidad de evaluar la respuesta de estrés en relación a los alimentos proporcionados.
Se registraron mayores incrementos de peso en camarones que consumieron alimentos de altas proporciones Cho/Pr. Mientras que la supervivencia no fue afectada por estos factores en el alimento. Por otra parte, no se relacionó el crecimiento y supervivencia con el consumo de diferentes fuentes de fósforo en el alimento.
Los camarones aumentaron las reservas energéticas (glucógeno y lípidos en hepatopáncreas) con el consumo de altas proporciones de Cho/Pr y Lip/Pr del alimento.
El contenido de ArgP no fue dependiente del alimento consumido. Sin embargo, un análisis molecular realizado indicó que los camarones que consumieron NaH2PO4 como fuente se fósforo en el alimento, presentaron significativamente una mayor expresión relativa de la enzima arginina quinasa que realiza la síntesis de ArgP, lo cual podría interpretarse como una mayor capacidad de recuperación de este sustrato energético (Figura 1).