Una de las enfermedades no virales con mayor incidencia en los cultivos de camarón es Necrosis Hepatopancreática Aguda (AHPND) causada por algunas cepas de Vibrio spp. Provocando pérdidas económicas a nivel mundial a consecuencia de las altas mortalidades en cultivos de camarón durante los primeros 35 días de siembra (Tran et al., 2013). Para evitar el uso excesivo de antibióticos, se han reportado nuevas técnicas de control bacteriano, y por la seguridad y eficiencia que brindan los probióticos, se han convertido en un foco de investigación constante
A partir de muestras de agua y sedimento marino colectado en la costa Sur de Sonora se aislaron tres diferentes cepas con potencial probiótico: 1ACL, 1B2G y B1; las cuales fueron caracterizadas mediante pruebas microbiológicas, bioquímicas y enzimáticas tradicionales; e identificadas a través de análisis molecular de la región parcial del gen 16S ARNr. Se analizó la curva de crecimiento de las bacterias en 150 ml de TSB durante 22 h en agitación orbital a 30°C y 150 rpm midiendo la absorbancia en espectrofotómetro (Spectroquant® Pharo 300), a densidad óptica de 600 nm con celdas de cuarzo. Para evaluar la capacidad antagónica de las bacterias candidatas contra cepas Vibrio spp. patogénicas (AHPND+), previamente confirmadas por PCR tiempo real, se realizaron pruebas in vitro: método de estría cruzada (CSM), método de doble capa Dopazo y co-cultivo en suspensión (Purivirojkul, 2013); los resultados de inhibición fueron analizados por el programa STATGRAPHIC Centurion XVI v. 16.1.18.
Las bacterias con potencial probiótico 1ACL, 1B2 y B1 presentaron una morfología similar, característica de Bacillus, bacilos Gram positivos, esporulados, capaces de fermentar glucosa. Además, todas las bacterias producen catalasas, amilasas, proteasas y ninguna produce quitinasas. Bajo análisis BLAST se determinó que todas las cepas corresponden en un 99% a B. subtilis. Las tres bacterias alcanzan la etapa estacionaria a las 10 horas en TSB. Los análisis estadísticos demostraron que 1ACL y 1B2G poseen alta actividad antagónica mediante la prueba de estría cruzada, sin diferencias significativas entre ellas, contra V. parahaemolyticus y V. harveyi (Figura 1). 1ACL presentó mayor actividad antagónica contra V. parahaemolyticus con diferencias significativas en el método de doble capa (Figura 2); en de matrices líquidas, fue la cepa 1B2G el que mejor inhibió al patógeno. Por lo tanto, 1ACL y 1B2G son consideradas candidatas para uso como probióticos en acuacultura. Estudios ya han reportado que B. subtilis pueden controlar patógenos infecciosos en camarón al conferirle mayor resistencia (Mingmongkolcha, 2018). Sin embargo, se necesitan más estudios para caracterizar sus compuestos bioactivos y estudios in vivo.